El blog de Alexis Ibarra

Blog personal de Alexis Ibarra. Tecnología y otras patrañas.

jueves, julio 19, 2007

Fontanarrosa, negro y canalla



Hoy el negro nos dejó. A puertas del partido Chile-Argentina que quizás el hubiese visto con particular entusiasmo. Pase lo que pase en ese partido el mundo del comic, del futbol, de la literatura y del humor perdieron por goleada.

El siguiente homenaje nació de los dedos de mi amigo Claudio Nuñez, y lo cedió a este blog.

Fontanarrosa, negro y canalla

"De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro"
Roberto Fontanarrosa

Era el año '91, bueno, no estoy seguro del año, pero si se que era verano, porque me compré la revista con unos pesos que me dieron en la casa por ayudar en alguna cosa… era un Fierro que estaba bien arrugada pero el único ejemplar de esa revista que había visto en mi vida y que mas tarde supe era una de las revistas argentinas más importantes en la difusión del noveno arte en Argentina.

Me llamó especialmente la atención una historieta que se llamaba Semblanzas Deportivas… donde un periodista viejo contaba la historia de dos tipos que cada vez que se juntaban a jugar a la pelota en las ligas de viejos craks se agarraban a combos… explicando porque ellos se odiaban desde antes, por un problema de negocios. Otro decía que no, que era por una mina que se habían quitado mutuamente cuando eran mas jóvenes. Otro mas explicaba que el asunto venía de antes, que era porque en el colegio habían tenido problemas con una prueba. Pero no era nada de eso, era desde que tenían seis o siete, cuando corrían a pata pelada en las pichangas de barrio… y ahí uno entendía que era la pasión por el fútbol la que encendía sus iras cada vez que se encontraban. Y uno pensaba, que raro era eso… fútbol y cómics, una mezcla extraña pero que funcionaba perfectamente. El punto es que Fontanarrosa lo llevaba haciendo desde hacía su buen rato, desde Rosario, su ciudad natal, donde se había hecho fanático de Hora Cero, la revista que fundara y dirigiera Germán Oesterheld. Publica su primer chiste muy en la onda derivada del mayo francés en 1968, donde un policía enseña la luma manchada de sangre mientras dice "no hay ninguna duda, eran comunistas".

A esas alturas ya era conocido como el "negro" y habìa tomado una de las opciones que todo rosarino enfrenta en su vida… ser de Newells o de Rosario Central, ser Leproso o ser canalla, donde el se decantò por la segunda opciòn, tal vez influenciado por ese gol de Poy en la històrica final que ambos cuadros disputaron en 1971.

Yo me lo seguí topando y comprendí que el tipo era un monstruo, era el autor de Boogie el Aceitoso, un matón que decía que lo único que sentía algo cuando mataba a alguien era el culatazo; era el creador de Inodoro Pereira, el gaucho que se resiste a dejar la pampa y va envejeciendo junto a su perro Mendieta, un cristiano que le vendió el alma al diablo. El humor de Fontanarrosa se vio reflejado en esas historias a cuadritos, pero además en sus encarnaciones diarias en diario Clarín, donde desde hacía un tiempo solo daba la frase y otros hacían los dibujos, ya que una enfermedad degenerativa lo iba dejando postrado poco a poco.

Pero además están los cuentos, y es allí donde se ve reflejada toda el talento de Fontanarrosa, que junto a Soriano, son las dos plumas argentinas que mejor supieron capturar ese encanto secreto que el deporte rey tiene para los argentinos. Allí le dio un lugar privilegiado al habla popular, la hizo protagonista de cada uno de sus cuentos futboleros. La historia de un grupo de fanáticos que lleva a un hincha enfermo del corazón a una final de campeonato, a pesar del riesgo vital que ello significa, pues el tipo nunca ha visto perder a su equipo, hecho que tiene infaustas consecuencias para toso ( 19 de Diciembre 1971); o la desquiciada historia de unos relatores radiales que no dejan de llevar un partido a los radioescuchas, a pesar de haber comenzado la Tercera Guerra Mundial (Que lastima Catamarancio); la historia de ese gigantón que era Wilmar Everton Cardaña, y su deseo de ir a ver a un niño enfermo después de haber perdido un partido muy importante y que resultaba ser hincha furioso de su equipo; los sueños de un niño que juega en el patio de su casa y que enfrenta la barrera en el tiro definido del partido (La barrera); los recuerdos de un viejo jugador de fútbol que en sus estadísticas recuerda miles y miles de goles y que se sintió desplazado por la llegada de los flippers (Memorias de un wing derecho); sus novelas Area 18 y Best Seller, que se desarrollan en el país de Congodia, donde toda la sociedad gira en torno al fútbol. Es cierto, escribiò cuentos con otras temáticas, pero estos son los que recuerdo ahora, y puedo decir, que yo me cagué de la risa con tus libros Negro…

viernes, julio 06, 2007

Todos quieren ser primeros en Google

Estar en la cúspide de los buscadores determina el éxito o la ruina de un sitio web o de una tienda virtual. Entiende como los buscadores utilizan complejos algoritmos para darle relevancia a los sitios. Y, ojo, no creas en aquellos que prometen elevarte al Olimpo digital en un par de días, ya que eso sólo se logra con esfuerzo

POR Alexis Ibarra O.

Aparecer primero en Google o Yahoo! es como tener la mejor tienda en un mall o instalarse en la esquina de Ahumada con Huérfanos.

Bien lo sabe Mónica Pradenas que convirtió su pasatiempo —realizar encintados para matrimonios y bautizos— en un buen negocio.

¡Gran parte de su éxito se debe a que fue bendecida por Yahoo! y Google!

La página de Mónica (www.encintados.cl) es la primera en aparecer si buscamos la palabra “encintados”. En Google supera a otras 38.500 páginas, incluso a la tradicional tienda “La casa blanca”.

Con eso, Mónica no sólo vende sus productos en Chile, sino que recibe pedidos de España, Alemania, Suiza o Colombia.

El director de Yahoo Research! y académico de la Universidad de Chile, Ricardo Baeza, recalca. “Gran parte del tráfico a un sitio viene de los buscadores y el 60% las personas miran solamente la primera página. El 30% ni siquiera se da el trabajo de mover la cabeza y mirar los resultados que están en la parte de abajo”.

Juan Carlos Camus, consultor en contenidos digitales de www.usando.info, dice que las personas ya no quieren recordar sitios ni direcciones y sólo se acuerdan de la dirección de su buscador, al que le preguntan todo.

Pero ¿Cómo logró Mónica su lugar en los buscadores?
“Esperamos hasta que el dominio encintados.cl estuvo disponible, y lo registramos. La gente no busca en Google por el nombre de una tienda, sino por el producto que necesita”, dice.

Ella —quizás sin saberlo— optimizó su sitio para ser amigable con los buscadores. Le puso un buen título y consignó en el contenido de su página las palabras que la gente buscaba.

Los buscadores han evolucionado, pero el cambio fundamental llegó con Google y su famoso “PageRank”. Sergei Brin y Larry Page —creadores del buscador— sentaron las bases de un sistema complejo que mide la relevancia de un sitio no por un factor, sino por muchos: si otros sitios lo enlazan, si la gente hace clic sobre ellos, si contiene la palabra buscada, si se actualiza constantemente...

La clave es el algoritmo: una gran formula matemática que incluye todas las variables que le dan relevancia a un sitio. Los servidores calculan silenciosamente —millones de veces por segundo—para entregar de vuelta una lista ordenada de páginas.

Google usa más de 200 criterios para determinar la importancia de una página. Y los cambian constantemente porque siempre hay alguien que intenta engañar a la máquina: crean enlaces ficticios o usan programas que hacen clic miles de veces sobre el sitio, así la formula les da más puntos.

“Los buscadores están permanentemente eliminando páginas que tratan de engañarlos. Mejor ser de los primeros en forma natural”, dice Ricardo Baeza.

Pero lo peor de todo es que si un buscador detecta que lo engañaron, se “pica” y castiga al sitio: “Apenas es descubierto el engaño —cosa que no demora mucho— el sitio desaparece más rápido de lo que llegó allí. Y nunca se recupera porque su dominio queda castigado. Tendría que cambiar el nombre de su marca”, explica Juan Carlos Camus.

No hay milagros
Llueven los “vivos” que prometen tomar un sitio web y llevarlo al olimpo digital. “Sea el primero en los buscadores”, dicen.

“Si la oferta es llegar al primer lugar en pocas horas o días, hay que desconfiar”, señala Camus.
Hay quienes usan trucos sucios (los conoce como los “sombreros negros”) y hacen subir a un sitio como la espuma, pero luego caen estrepitosamente. En cambio, el “sombrero blanco”, utiliza formas permitidas, con un trabajo metódico.

“Un sitio con buen contenido debería sobresalir por su reputación”, dice Baeza.
La receta: tener enlaces de otros sitios buenos, palabras relevantes en la página de inicio, buenos títulos de página y que el sitio esté construido de manera amigable para el buscador. ¡Nada de animaciones flash!. Para el buscador es como una bóveda impenetrable.

Aunque aquí —como en el fútbol— la fama es efímera. Que un sitio salga primero hoy, no es garantía que lo haga mañana. “La web es un ente dinámico —explica Baeza— que va creciendo muy rápido y todos los sitios están tratando de destacar”.

Todos los días los buscadores afinan su algoritmo para hacerlo más certero, un sitio que hoy es primero, mañana puede ser quinto o vigésimo en la lista. Muchos han visto como sus ventas decaen o sus visitas merman sólo por perder su estatus digital.

El consejo es ser constante y mantener un sitio de excepción, que verdaderamente sea líder en la materia que quiere destacar.

Mónica Pradenas —nuestra amiga de los encintados— va por más. Se dio cuenta que los extranjeros que la contactaban eran más que nada chilenos en el extranjero. Para hacerse más internacional tiene que usar palabras que sean conocidas en otros países (como souvenirs). “Nuestro deseo es comprarnos el dominio .COM y pasar la página al inglés”, dice.
Será mundial.




Un poco de historia
En el comienzo, los buscadores tenían un
directorio de sitios construido por humanos que ordenaban las páginas
temáticamente. Las búsquedas se basaban en las palabras clave que los
propietarios del sitio entregaban. Pero era muy fácil engañar a la máquina y
falsear información. Así, si uno buscaba “videojuegos” podía llegar a un sitio
que nada tenía que ver con la temática.
Luego, buscadores más avanzados como
Altavista añadieron la indexación automática de sitios a su funcionamiento. Una
araña (webcrawler) navegaba por la red añadiendo a la base de datos las páginas
que encontraba. Saltaba de un link a otro, haciendo un barrido de la web.
Altavista rankeaba sus páginas por la cantidad de veces que una palabra se
repetía en su contenido. Como resultado entregaba un listado, jerarquizado por
grado de relevancia: mientras más se repetía la palabra más arriba se llegaba en
los resultados.
Pero también hubo quienes se las arreglaron para engañar al
buscador y poner contenido escondido —que no era visto por los usuario, pero sí
por el servidor— que provocaba que una página ganara un lugar de privilegio
inmerecido.
Luego, llegó Google.


Buscadores:
www.google.com
www.yahoo.com
www.live.com
www.altavista.com
www.ask.com