Mi hijo tiene colegio, ¿por qué uno en que le enseñan religión?
Encontrar colegio para el hijo es una situación traumática, stressante. Sometidos a exámenes, pagando grandes sumas, yendo a reuniones con otros padres, llenando fichas, buscando informes, sacándole fotos, llenando eternos formularios.
En Santiago son tantas las posibilidades y tan pocas las realmente recomendables que la situación pronto dará para que se creen asesorías para encontrar colegios, así como hay corredoras de seguros, de isapres, de créditos hipotecarios o para jubilarse anticipadamente.
Mi hijo estudiará en un colegio católico y la pregunta de todos es ¿Por qué? Tu no eres tan religioso.
La respuesta, es si lo soy... no hablo todo el día de ello, no bendigo al despedirme de alguien, no voy a la iglesia muy seguido (pero eso es algo que debo remediar).
He pasado por etapas donde he ido a varias iglesias en una semana y me sentía bien. Era católico, era protestante, pero por sobre todo era Cristiano. El domingo estaba en misa, el martes con los hermanos de la iglesia de Centenario en Temuco. Todos esos días estaba con DIOS.
Pero basta de discursos. Es difícil hablar de las creencias (ahora eme doy cuenta).
Pero también hay otras razones para que mi hijo estudie en un colegio en que le ensañarán religión.
Encontré este texto del del diputado socialista francés Jean Jaurès (1859-1914), que le envió a su hijo cuando éste le pidió que le mandara un justificativo para no asistir a clases de religión. Toca una veta alejada de la espiritualidad (que para mi es lo más importante) pero es un punto de vista diferente y que me gustó mucho.
Querido hijo, me pides un justificante que te exima de cursar la religión, un poco por tener la gloria de proceder de distinta manera que la mayor parte de los condiscípulos, y temo que también un poco para parecer digno hijo de un
hombre que no tiene convicciones religiosas. Este justificante, querido hijo, no te lo envío ni te lo enviaré jamás. No es porque desee que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las creencias que te expondrá el profesor. Cuando tengas la edad suficiente para juzgar, serás completamente libre; pero, tengo empeño decidido en que tu instrucción y tu educación sean completas, no lo serían sin un estudio serio de la religión.
Te parecerá extraño este lenguaje después de haber oído tan bellas declaraciones sobre esta cuestión; son, hijo mío, declaraciones buenas para arrastrar a algunos, pero que están en pugna con el más elemental buen sentido.
¿Cómo sería completa tu instrucción sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre las cuales todo el mundo discute? ¿Quisieras tú, por ignorancia voluntaria, no poder decir una palabra sobre estos asuntos sin exponerte a soltar un disparate?Dejemos a un lado la política y las discusiones, y veamos lo que se refiere a los conocimientos indispensables que debe tener un hombre de cierta posición. Estudias mitología para comprender la historia y la civilización de los griegos y de los romanos, y ¿qué comprenderías de la historia de Europa y del mundo entero después de Jesucristo, sin conocer la religión, que cambió la faz del mundo y produjo una nueva civilización?
En el arte, ¿qué serán para ti las obras maestras de la Edad Media y de los tiempos
modernos, si no conoces el motivo que las ha inspirado y las ideas religiosas que ellas contienen? En las letras, ¿puedes dejar de conocer no sólo a Bossuet, Fenelón, Lacordaire, De Maistre, Veuillot y tantos otros que se ocuparon exclusivamente en cuestiones religiosas, sino también a Corneille, Racine, Hugo, en una palabra a todos estos grandes maestros que debieron al cristianismo sus más bellas inspiraciones? Si se trata de derecho, de filosofía o de moral, ¿puedes ignorar la expresión más clara del Derecho Natural, la filosofía más extendida, la moral más sabia y más universal? –éste es el pensamiento de Jean-Jacques Rousseau–. Hasta en las ciencias naturales y matemáticas encontrarás la religión: Pascal y Newton eran cristianos fervientes; Ampere era piadoso; Pasteur probaba la existencia de Dios y decía haber recobrado por la ciencia la fe de un bretón; Flammarion se entrega a fantasías teológicas.
¿Querrás tú condenarte a saltar páginas en todas tus lecturas y en todos tus estudios? Hay que confesarlo: la religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la base de la civilización y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad no querer conocer una ciencia que han estudiado y que poseen en nuestros días tantas inteligencias preclaras.
Ya que hablo de educación: ¿para ser un joven bien educado es preciso conocer y practicar las leyes de la Iglesia? Sólo te diré lo siguiente: nada hay que reprochar a los que las practican fielmente, y con mucha frecuencia hay que llorar por los que no las toman en cuenta. No fijándome sino en la cortesía, en el simple “savoir vivre”, hay que convenir en la necesidad de conocer las convicciones y los sentimientos de las personas religiosas. Si no estamos obligados a imitarlas, debemos, por lo menos, comprenderlas, para poder guardarles el respeto, las consideraciones y la tolerancia que les son debidas.
Nadie será jamás delicado, fino, ni siquiera presentable sin nociones
religiosas.
2 Comments:
notable... simplemente notable... yo no soy católico, pero la argumentación me pareció increíble.
Oye alexis... espero te acuerdes de mí... soy cristian salvo y nos conocimos en ajedrez..
sale muchos saludos a marcela de mi parte
un abrazo
Nos gusto mucho tu articulo y nos parecio bien aceptado
estamos muy orgulloso de tener un hijo que tenga esos pensamientos y que no se perdio la semilla que sembramos en tu espiritu, que Dios te bendiga por siempre, te queremos mucho, tus padres
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